Me he quedado con palabras, escuchándote,
lentas, alegres y sentimentales.
De aquéllas cuyo sentido se ha perdido
relegadas a la cordura secreta de los locos.
Porque la Verdad no tiene juicio ni argumentos,
pero ilumina los días y fulgura en las miradas.
lentas, alegres y sentimentales.
De aquéllas cuyo sentido se ha perdido
relegadas a la cordura secreta de los locos.
Porque la Verdad no tiene juicio ni argumentos,
pero ilumina los días y fulgura en las miradas.
1 comentario:
La verdad nos acaricia el alma.
Besos.
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