lunes, 29 de septiembre de 2008

llamas



Llamas azules brotan de mis pies,
rojas de mis labios.

Es el aliento hirviente del dragón
el que las va encendiendo.


labios


hay lugares que son un abrazo y vientos que son un beso



viernes, 26 de septiembre de 2008

fiesta



Van llegando los invitados,
el cerco se va cerrando.
Algunos vienen acompañados,
otros riendo.
Ya estamos casi todos,
pronto empezará la fiesta.




martes, 23 de septiembre de 2008

aliento



Sobre ti,

alrededor tuyo,
sin que lo veas ni lo escuches,
aunque quizás lo sientas
como un frío en tu nuca
o un gemido en el silencio,
mi aliento caliente te envuelve.



sábado, 20 de septiembre de 2008

relucen



Bellas serpientes pasean en mi jardín,
su tornasolada piel refleja
colores de hierba y nubes.

Suena la música del encantador,
sus cuerpos se yerguen,
los ojos relucen.


viernes, 19 de septiembre de 2008

laguna


Soy laguna y pájaro,

viajera y pasajera.

Se va el verano
y el calor de fuera
se convierte en fuego adentro.


jueves, 18 de septiembre de 2008

extraños


Amortiguados los pasos en la yerba,
salto, me deslizo,
afilo mis uñas en el árbol.

Dejaré que pasen los extraños por el camino.

Me acostaré sobre la áspera corteza de una rama
a lamer el azúcar que han dejado en mi pelo
las flores junto al río.


martes, 16 de septiembre de 2008

agua oscura


Se pierde el frío en la roca,
mientras el agua oscura
sostiene las hojas secas
y las imágenes profundas.


el día


Ha llegado despacio el día,
pero su luz se ha ido metiendo en mi cuerpo
y ya no puedo escapar.


miércoles, 10 de septiembre de 2008

llegaron



De todas partes llegaron

y con cada una de las banderas
hicimos un solo tejido.

No fue la belleza del hermoso tapiz
lo que más nos sorprendió,
sino cómo quedamos todos transformados.



lunes, 8 de septiembre de 2008

miércoles, 3 de septiembre de 2008

diablo


Bajo la sombra del diablo,
soy fuego.

Cuando me quemo,
soy fuego.

Cuando te abrasas,
soy fuego.


lunes, 1 de septiembre de 2008

escribo



Escribo para que saltes al vacío,

para que pierdas el aliento por un instante,
y escuches tu corazón,
como si fuera el primer latido.