miércoles, 10 de septiembre de 2008

llegaron



De todas partes llegaron

y con cada una de las banderas
hicimos un solo tejido.

No fue la belleza del hermoso tapiz
lo que más nos sorprendió,
sino cómo quedamos todos transformados.



11 comentarios:

Carlos dijo...

Siempre la unidad en el espíritu no cambia el alma.

Un beso.

santero Delcolmo dijo...

Banderas en tu corazón.
Yo quiero verlas ondeando, luzca el sol o no. De lienzo blanco, que guarda nombres en tu corazón.
http://www.youtube.com/watch?v=8oX-H6ro0lM

PIER dijo...

Que lineas más hermosas.
JO! Me han encantado, cortas pero que te quedan en el alma.

Que estes bien. Un abrazo.

Vinicio Vidaymedia dijo...

No me gustan las banderas, pero suenan bonitas tus palabras. Quizá una sola bandera, la de la concordia, anulase a todas las demás.
Gracias por visitar mi impresentable blog.
¡Besos!

Janeth dijo...

¡Con un solo corazon y una sola bandera, marchemos unidos por la ruta de la paz!.
Un beso

sandman65 dijo...

Una sola esencia, una sola unidad...
bsss

Bibiana Fernández Simajovich dijo...

Me hizo acordar a como nos enseñaban historia en el colegio. Mogollón de patriotas aportando género para hacer una bandera que ahuyentara al enemigo...
Seguramente no fue así pero daba ilusión, te hacían sentir orgullosa (como siempre tus poesía me llena de imágenes)

hombrepez dijo...

Hagámos sabanas con las banderas y tapémonos todos...

SAludos

sky walkyria dijo...

carlos,
transformandonos, embellecemos el alma

santero,
banderas de inspiracion

pier, que queden en el alma y nos ayuden a seguir adelante

vinicio, ciertamente, bandera suele ser una palabra impresentable, pero tendremos que darle la vuelta

sky walkyria dijo...

si, janeth, la bandera de la armonia, ondeando adelante

et, la conquista de la libertad, por suerte, ya no necesita armas

hombre pez, no parece mala solucion

Caselo dijo...

Ya no voy a preguntarte cómo lo haces porque en realidad es lo de menos. Solamente sé que en cada una de tus frases hay todo un universo que me recuerda la grandeza de las pequeñas cosas. Muchas gracias por tejer armonía

Carlos Eduardo